When we started this band
All we needed, needed was a laugh
Years gone by...
I'd say we've kicked some ass
When I'm enraged
Or hittin' the stage
Adrenaline rushing
Through my veins
And I'd say we're still kickin' ass
Oooh, ahh, kickstart my heart.
Contaba el vocalista de Warrant,
el desaparecido Jani Lane, que volviendo de una gira suramericana a principios
de los 90, se encontró con que el póster de su banda había sido cambiado por un
afiche de Alice In Chains en la entrada de las oficinas de Columbia Records.
Daba igual que el Glam Metal estuviese
alcanzando la edad adulta con obras maduras como el “Heartbreak Station”(1990)
de Cinderella, el "Flesh & Blood”(1990) de Poison, o el “Slave To The Grind”(1991) de Skid Row. La
revancha de los novatos de la era alternativa, redujo a los grupos de ese
perfil, a un empalagoso chiste de cardados, spandex y morritos entreabiertos.
De la caída del Imperio, escaparon
Bon Jovi que se embarcaron para Europa, disfrazados de Michael Bolton, y Guns N´
Roses, a los que su éxito masivo les valió una bula de un par de años hasta que
el ego de Axel los enfiló al sacrificio.
El resto intentó mantenerse, quitándole
brillo a su propuesta, y adaptándose a tiempos más austeros. Entre ellos, unos Mötley
Crüe, milagrosamente, aún en pie, tras años de colorear su (maravillosa)
música, con un viaje al Averno en el que expandieron las fronteras del sexo,
drogas y rock n´roll.
¿Penas de
cárcel por violencia doméstica? ¿Enfermedades óseas degenerativas? ¿Peleas a
puñetazos entre los miembros? ¿Ruinas financieras? ¿Accidentes de tráfico
mortales? ¿Sobredosis de heroína? ¿El
desprecio de la industria musical? ¿Cocaína como para hacer nevar en California? ¿Desgracias familiares? ¿Conflictos con discográficas? ¿Amenazas de muerte de la
Yakuza japonesa? ¿Problemas para que cualquier otra banda hubiese tirado la
toalla?...Otro día en la oficina para estos cuatro misfits que aún hoy alimentan
a una bestia que echó los colmillos allá por 1980, en una destartalada casucha
de North Hollywood, en la que Nikki Sixx comenzó a idear sus planes de
conquista mundial.
Fan de Sweet y de MC5, tras
foguearse en el circuito angelino y sin dominar del todo el bajo que hurtó de
una tienda de instrumentos, se junta con el cartoon
viviente Tommy Lee, que tocaba golpeaba con violencia su batería, el
frágil Mick Mars a la guitarra y la voz venenosa de Vince
Neil, formando, más que un grupo de rock, un gang que orgulloso recorría Sunset
Strip, envuelto en laca, cuero y maquillaje, encaminados a bajarle las bragas a
América.
No repiten el esquema tradicional
de frontman exaltado y arrogante guitar hero, como líderes de la banda. En su
lugar, el corazón de los Crüe, son los malignos Terror Twins: el bajista
devorado por sus taras y demonios, y el anfetamínico batería, capaces de tumbar
al que sea bebiendo, esnifando y follando.
Tommy y Nikki |
Primeras actuaciones en el Whisky
A Go-Go y el Trobadour con una salvaje puesta en escena de sangre y fuego, que
se condensa en el desaliñado “Too Fast For Love”(1981). Revisión sulfúrica de
unos primeros Van Halen, que mezcla las melodías 70 de Cheap Trick, la suciedad
sleaze de Aerosmith, y el espíritu glammy de los Dolls, recubierto todo con un brillante
chapado de Metal.
Su bautismo tuvo lugar en el
mítico U.S. Festival ´83, dónde los bastardos de los Kiss hierven 250.000 almas
que extienden la palabra Crüe por todo el país, e inician el ascenso en el
panteón rockero, apoyando el tacón en discos irrepetibles (sobre todo porque apenas
recuerdan como los grabaron). Se encadena la oscuridad de “Shout At The
Devil”(1983), con el resacoso “Theatre Of Pain”(1985) y el festivo “Girls,
Girls, Girls”(1987) hasta esa obra maestra que sigue siendo Dr. Feelgood (1989).
Con el célebre Bob Rock a los
mandos, los Mötley Crüe entran, por primera vez, sobrios a un estudio en el que liberan
al animal salvaje que ruge poderoso en Rattlesnake Shake, Dr. Feelgood, Don´t
Go Away Mad (Just Go Away)… y, sobre todo, en ese subidón de adrenalina (nunca mejor dicho) que es Kickstart My Heart.
Anyway, su primer álbum Nº 1 fue la
antesala de un Purgatorio de salas medio vacías y clubs de tercera fila, al que fueron condenados para expiar sus pecados.
Después de que Nirvana encendiese las luces de la
fiesta del hard rock, intentaron ganar credibilidad con el profundo “Mötley Crüe”(1994),
cambiando al frívolo cock rocker Vince Neil por un John Corabi que no soportó mucho
tiempo el demencial Crüe lifestyle; metiéndose en el metal industrial con "Generation Swine"(1997); o desandando lo hecho en el back to the roots que fue
“New Tattoo”(2000).
Palos de ciego, que carecían del embrujo de antaño al tratar de ser lo que no son, o al faltar Vince o Tommy,
lo que derivó en la dispersión del grupo.
Sin embargo, el éxito de su
autobiografía “The Dirt”(2001), relato que supura nihilismo y decadencia, y el revival 80, obraron un nuevo
milagro.
En 2004, los cuatro Mötley originales
se vuelven a reunir, para mirarse a lo ojos y restañar antiguas traiciones. Se
publica un doble recopilatorio con temas inéditos, “Red, White and Crüe”(2005),
que llega a disco de platino, y se les vuelven a abrir las puertas de los viejos
Arenas.
Los fans, nuevos y antiguos, reciben
a los Mötley Crüe como a gladiadores y las fechas de conciertos se multiplican.
La espondilitis anquilosante de Mick Mars todavía no alcanza una mano izquierda
que desentierra con saña los riffs del pasado, la batería de Tommy vuelve a
volar, Neil mantiene a raya el dolor por la pequeña Skylar con el calor del
público y Jack Daniels, y Nikki sonríe al ver que su bestia avanza por el siglo
21, con sus garras afiladas.
Pruebas innegables de la
influencia divina en mantener con vida una banda que sólo cae para volver a
resucitar, y que ya ha cumplido con creces los requisitos necesarios para rebautizarse
con el título de su último disco.
Sin duda, el Dr. Feelgood es sobresaliente, aunque yo nunca podré olvidar ese grito al diablo y entonar una y otra vez un "Ten seconds to love, ten seconds to love, Pull my trigger My guns loaded with your love". Pero, ¿qué puede decir un fan de esta banda? Todavía recuerdo mi camiseta negra con el corazón abierto a Without you, que rezaba en la espalda: "Crüe fans are the best, fuck the rest"
ResponderEliminarYo también oigo mucho Girls, Girls, Girls y el que sacaron con Corabi es buen disco también. Pero ya me tengo que desintoxicar de Motley Crue que llevo dos semanas que me va a salir por las orejas!
ResponderEliminarEl solo de guitarra de Mick que da paso a Wid side (un temazo)y Looks that kill en el Moscow Music Peace Festival me ponen los pelos de punta. Nikki Sixx rompiendo el bajo en pedazos no hace juego con el contenido del festival, pero igualmente es histórico.
ResponderEliminarPues parece que el disfraz de Michael Bolton les ha servido a Bon Jovi para seguir en el candelero con 135 millones de discos vendidos. Y por el camino se han dejado cadáveres de grupos ESPECTACULARES.
ResponderEliminarMe encantan los Bon Jovi clásicos, pero el "These Days" es infumable, una delirio de baladas y medios tiempos indigno de una banda de rock. 135 millones también han vendido Backstreet Boys.
ResponderEliminarEn mi opinión en cuanto a música se refiere, no hay nada indigno, independientemente del género al cual pertenezcas. Un grupo de rock, por meter más baladas en un trabajo, no deja de ser menos rockero. Si por algo destaca el grupo en sus 30 años de historia, es por adaptarse a los nuevos tiempos y seguir aportando a sus seguidores lo que quieren escuchar. De igual forma, la Madonna de hoy día, no es ni la sombra de la que empezó, pero ocupa el primer lugar con diferencia en el pop.
ResponderEliminarAmigo Alfredo, no me quiero meter contigo que eres de los pocos seguidores del blog que no es palmero. Pero, precisamente, un grupo es menos rockero por meter demasiadas baladas. Eso si, These Days discazo comparado con lo que vendría después.
ResponderEliminarEstá claro que comparándolos con los años 80, han perdido fuerza como rockeros, pero su música no ha perdido calidad en cuanto a composición y arreglos. De todas formas, siempre nos quedará poner los discos antiguos y a su vez disfrutar del momento. Yo por si acaso me iré a verlos de nuevo el 27 de junio a Madrid y el día anterior a Def Leppard, Whitesnake y Europe.
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