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viernes, 29 de diciembre de 2017

BACKSTREET BOYS. MÁS GRANDES QUE LA VIDA (I)


“We had some great pop songs
and We sang the shit out of them ”
Kevin Richardson



     En Septiembre de 1999, el Into the Millenium Tour, regresa a EE. UU, con el cartel sold-out en la puerta de más de 75 Arenas de toda la geografía norteamericana.

El disco que presentan rompe uno tras otro records de ventas, son portada de la Rolling Stone y su segundo single, emitido día y noche por la Mtv, hace honor a la gigantesca dimensión que han alcanzado los Backstreet Boys.

“Larger than life”…Más grandes que la vida…carta de agradecimiento a las fans que convirtieron a un pequeña boyband de Orlando, Florida en un fenómeno social que perdura hoy en día.

El formato boyband tal y cómo lo conocemos actualmente, ya existía antes de los Backstreet Boys. Su referencia directa fueron los New Kids On The Block que triunfaron a finales de los 80 y fueron contemporáneos de los británicos Take That. Anyway, BSB tienen algo de lo que suelen carecer estas agrupaciones: CANCIONES.

Y será a través de su música que repasaremos una trayectoria que ya encara su tercera década.

Acompáñenme en este viaje repleto de apoteósicos temas de amor eterno, videoclips multimillonarios, adicciones varias, carpetas de instituto forradas con los Boys apretadas contra la entrepierna de las fans, giras mundiales, bailes sincrónicos, y sueños de gloria…


TELL ME THAT I´M DREAMING (1993)
 

A principios de los 90, una vez el manager Lou Perlman tiene conformada la formación clásica con Kevin, Brian, A.J., Nick y Howie, decide pulir a los chicos con clases intensivas de baile y canto, y foguearlos en actuaciones por los institutos de la zona. 

La influencia principal de la banda son los Boyz II Men, grupo vocal de Philadelphia de inmenso éxito comercial en aquella época. Los BSB no se acercan a las cristalinas armonías de los Boyz II Men pero aportan al cocktail aspectos atractivos para el gran público tales como las coreografías, su juventud y, sobre todo, que son blancos.
  




Quit Playing Games (With My Heart)-BACKSTREET BOYS (1996)


No obstante, los Backstreet no estaban alcanzado las cotas de popularidad en su país natal para las que estaban destinados. Así que Perlman decide llevar a cabo una maniobra envolvente y asaltar Europa como paso previo a la conquista de América.

Dicho asalto se saldó con conciertos en los que se larvó el fenómeno fan que llegaría después, con adolescentes de toda Centroeuropa suspirando por los Boys y un viaje a los Cheiron Estudios de Estocolmo donde especialistas en el sonido eurodance tales como Denniz Pop o Max Martin, le añadirían un groove distinto y erigirían el sonido BSB de aquella época.

Así mismo, en el single "Quit playing games", la predilección de las fans por los rasgos aniñados de Nick llevó a que se eliminasen las pistas de Brian y se sustituyesen por las de Nick, siendo esto fiel reflejo de un factor, la rivalidad entre Brian y Nick como lideres vocales de la banda, que se daría durante toda la trayectoria de los Backstreet Boys.



EVERYBODY (BACKSTREET´S BACK)-BACKSTREET´S BACK (1997)


Brillante homenaje al clip del “Thriller” de Michael Jackson en el que los Boys se transmutan en los monstruos clásicos de la Universal, en un muy pegadizo single en el que brilla mi Backstreet Boy favorito: A.J.

La nuez moscada en el enorme helado de vainilla que son los BSB. El chico malo, cubierto de tatuajes y piercings, con manicura negra y rimmel en los ojos. No obstante, el personaje terminaría devorando al hombre, llevándolo a una lucha contra el alcohol y la cocaína que todavía libra hoy en día.

Así mismo, en aquel tiempo, su manager Lou Perlman quiso repetir el éxito de los BSB creando la boyband NSYNC. Mi respeto a Justin Timberlake y a su trayectoria en solitario, pero no tienen media canción buena ni una gota de talento.



I WANT IT THAT WAY – MILLENIUM (1999)



El “Hotel California” de los BSB.

Hit de mayor éxito y cita ineludible en cualquier actuación de la banda, alcanzó el Número 1 en más de 25 países y llevó a los Boys a jugar la Champions de las superestrellas del pop.

Y esto lo consiguió un medio tiempo de letra sin sentido, que se alejaba bastante de singles anteriores. Anyway, en la canción (y en el videoclip) lucen todas las virtudes de los Backstreet Boys: el oro molido en la garganta de Brian, los avasalladores estribillos, el encanto de Nick, los irresistibles coros donde unen sus voces los cinco,…y las fans, siempre las fans.

Cabe destacar el rol cada vez más residual de Howie, sobre todo, teniendo en cuenta que, inicialmente, el grupo fue diseñado para que él fuese el líder. Sinceramente, me parece un vocalista bastante competente pero tiene el carisma de una acelga guisada y no veo que aporte demasiado, más allá de cubrir la cuota latina.



SHAPE OF MY HEART- BLACK & BLUE (2000)


Aún sin asimilar todo lo vivido con “Millenium”(1999), los BSB entran en estudio sabedores que los gustos de su ahora ferviente público pueden variar en cuestión de meses. “Black &Blue” (2000) aunque no sea el Greatest Hits que fue su anterior trabajo, es un digno sucesor con singles tan potentes como “Everyone” con la que abrían los conciertos de la gira, “The Call” o las baladas “More than that” y, mi favorita “Shape of my heart”.

El ABC de las canciones de amor de los Backstreet Boys: Intro de Brian, solos de A.J. y de Nick, con unos coros que se repiten y se repiten creciendo en intensidad hasta (2:37) que explota en un cierre apoteósico con los cinco Backstreet elevando sus voces para mostrar la forma de su corazón.

La gira consiguiente no se conformó con pisar territorios conocidos y alcanzó Brasil, Argentina, Venezuela, Panamá, Puerto Rico y Japón. No obstante, también tuvieron que pagar el precio de querer volar tan alto. 

El Black & Blue Tour tuvo que detenerse por el ingreso en rehabilitación de A.J. tras que sus evidentes adicciones interfirieran en su rendimiento con la banda. 

Una solución más amable que la que tenía prevista Kevin cuando intentó derribar la puerta de su habitación.


A esto se unen demandas contra su discográfica y los intentos de Nick de lanzar su carrera en solitario, como obstáculos que derivaron en un futuro incierto.

 Más Backstreet Boys próximamente en la Triple Amenaza..

miércoles, 6 de diciembre de 2017

RETAZOS: ROD STEWART


Repaso salteado y asonante de la vida y carrera de un vocalista muy especial
Porque los 80 hubieran sido menos 80 sin Rod the Mod, sus mechas rubias, sus apoteósicos temazos de soft rock y su pose de fucker definitivo.
Con ustedes, Sir Rod Stewart.




Single del "The Best of Rod Stewart" (1989), se la tomó prestada a Tom Waits, que no le da la chispa que le aporta Stewart. Porque a pesar de haber nacido en Londres, Rod sabe llevarse a su terreno esta fábula neoyorquina en la que se pregunta sí la volverá a ver esta noche, en el tren que va al downtown. Número 1 en USA y mi canción favorita de su repertorio.


Tres matrimonios y un ejercito de top models rubias, no han conseguido que Rod Stewart olvide a su gran amor: El Celtic de Glasgow.
El 7 de Noviembre del 2012, en partido de fase de grupos, el Celtic derrotó 2-1 a todo un F. C. Barcelona y el viejo Rod no pudo reprimir lágrimas de pura emoción.


En mi Top 3 de Mtv Unpluggeds favoritos con el de Kiss y el de Alice In Chains.
Rod Stewart, el momento justo de madurez para revisitar todo ese enorme legado de su repertorio de los 70s, el regreso de viejos amigos de los Faces como Ronnie Wood, una atmósfera especial, clásicos inmortales como "Tonight´s the night", "Reason to believe", "The first cut is the deepest"...y esta "Maggie May" consiguieron construir un vehículo ideal para conocer al hombre que cantaría con feeling hasta el "cumpleaños feliz".


El siempre denostado paso de los rockeros por la música Disco ha dado, para mí, temazos como "Miss You" de los Stones, "I was made for loving you" de Kiss... y este irresistible "Da ya think..." que fue el tercer Número 1 de Rod en los States. El propio Rod ha declarado sentirse arrepentido de aquella etapa y de las pintas con la que salía a escena, aunque yo, hoy en día, la entiendo como la llave para que América le abriera las puertas.

Rod y Elton fueron vecinos durante una etapa y se hicieron amigos gracias a aficiones comunes: el fútbol y la cocaína.

Actualmente, se echa en falta una escena de soft rock con artistas como Rod Stewart, Paul McCartney, Bryan Ferry, Tina Turner...que no cambiaron el rumbo de la música pero que animaban el billboard con singles tan melódicos como esta "Baby Jane" a la que Rod rogaba que volviera a su lado.

Tras aportar el "Twistin the night away" a la BSO de "El Chip Prodigioso" (1987), Rod Stewart participa, junto a Sting y Bryan Adams, en el single que encabezaría el soundtrack de "Los Tres Mosqueteros"(1993).
La peli no vale gran cosa, pero la canción fue un enorme éxito gracias a la combinación de varios factores: Un compositor como Adams que tras "Robin Hood, príncipe de los ladrones" (1991) sabía darle al público justo lo que demandaba en productos de este tipo, la exquisita producción de "Mutt" Lange (Def Leppard, Foreigner...) y, por supuesto, todo el savoir faire que derrocha Rod tanto en su interpretación como en el videoclip.


Rod afrontó el Siglo XXI, encarando un cáncer de tiroides y un nuevo divorcio. Así mismo, la escasa repercusión de sus trabajos con material propio, le llevó a un largo recorrido de discos de covers, repasando el cancionero norteamericano.
No obstante, aún le quedaban un puñado de buenas canciones dentro y en 2013, Rod publica "Time". Un disco sencillo y sincero con el que consiguió encabezar las listas de ventas británicas, más de tres décadas después.
El cuarto single fue "Can´t stop me now" homenaje póstumo a su padre y al impulso que recibió de este, para conseguir que el mundo conociera la música de Rod Stewart.


Habrá quien considere a Rod Stewart más intérprete que compositor, y es verdad que, una franja importante de su carrera, la ha dedicado a convertir en éxitos, temas ajenos.
No obstante, Rod tiene suficientes hits propios ("Maggie May", "Tonight is the night", "Young turks"...) como para no acomplejarse y, además, cuando Stewart hinchó de épica escocesa "Rhythm of my heart" el público volvió a responder y llevó el single a lo más alto de las listas en 1991.



Si Rod Stewart se hubiera retirado en 1975, seguro que, hoy en día, seguiría siendo recordado por haber liderado una banda tan especial como The Faces.
Pocos grupos tan cool como estos malditos del rock que llenaron su breve carrera de temazos como este "Had me a real good time".





Muy fan de los aires folkies de "Love is", primer single de "Another country" (2015), pero hay que reconocer también la fuerza de "Please".
Las incursiones en el Soul han sido una constante en la carrera de Rod ya sea versionando a su idolo Sam Cooke o incluso, publicando un disco entero enfocado a ese género ("Soulbook"(2009)), y el amor por ese estilo explota en una gran canción que ayudó a que su último trabajo consiguiese llegar a ser platino en Gran Bretaña.





"Atlantic Crossing"(1975) supuso un hito importante para la carrera de Rod: dejar Londres por Los Angeles, la ruptura definitiva con The Faces, la evolución de su música hacia el pop...y su decisión firme de convertirse en una estrella mundial.
Este disco contiene la conmovedora "I dont want to talk about it", canción hilvanada a la vida de gran parte de su audiencia como demuestra la reacción que obtiene cada vez que la interpreta en directo.




Rod con parte de su prole.
Las multitudinarias giras de Stewart durante la decada de los 80 hicieron que este no mantuviera demasiado contacto con sus dos primeros hijos (Kimberly y Sean). Pero cuando llegó Ruby, Rod decidió que iba a disfrutar de su paternidad y que iba a estar junto a su hija desde el principio.
Inspirado por esto, compuso la mítica "Forever Young", segundo single de Out of order (1988).


viernes, 19 de febrero de 2016

POPULAR 1. VEINTE AÑOS JUNTOS.

Andaba yo, por el 96, en mi mundo de revistas heavys cuando nos presentó un amigo común.

En principio, me tiró para atrás la cantidad de texto y los artículos editados en blanco y negro. Pero tras derribar esa mínima barrera inicial, se ensanchó el camino frente a mí.


Me dio la mano un ente del que aprendí que los héroes de la Marvel, Charlie Parker, Brando, el Rat Pack, y Marvin Gaye también eran rock n´roll. En mi habitación, explotaron unos monumentales No me Judas, Satanás en los que cabían perversiones sexuales, el enigma de Howard Hugues, las aventuras de Errol Flynn o el Metal 80. Disfruté del correo y del apéndice por los que respiraba la revista, con un Cesar Martín con alma de hooligan que defendía sus filias y fobias con un pie en la provocación y otro en el fanatismo. Descubrí entrevistas hechas por y para fans en las que Van Halen eran vecinos de Patti Smith, Public Enemy y los Cramps. 

El mítico especial de los 70s, la decadencia del Grunge, sentir la leyenda de las bandas clásicas, el viaje por Norteamérica, el retorno de Kiss, el hallazgo de Cheap Trick, Marilyn Manson, Chris Isaak, Monster Magnet... La mezcolanza total de modas, géneros y épocas bajo el estandarte del rock como algo más que un variante musical. Como un estilo de vida cuyos ejes son la pasión y la honestidad. Como algo en lo que poder creer.

Han pasado veinte años y ya no es ese amor de antes. Aún así, no renuncio a ese affaire mensual en el que nos volvemos a encontrar. A abrirte y olerte, y llevarte a casa con todas las demás. A que te salpique el agua de la ducha y te arrugues en mi mochila. A que formes parte de mi vida.

Y conservo la esperanza de que pronto vuelva el brío de antaño.

Larga vida a Popular 1 R n´R Magazine y brindo por los próximos veinte años juntos.

Gracias, Omar por prestarme aquellos Popus y no una Rockdelux, y no ser yo ahora un gilipollas.



viernes, 18 de septiembre de 2015

KEITH RICHARDS “CROSSEYED HEART”. EL ÚLTIMO SOLDADO DEL PELOTÓN.


La génesis de los tres álbumes en solitario de Keith Richard ha sido muy diferentes.

Si Talk Is Cheap (1988) era su respuesta a los intentos de Jagger por enterrar a los Rolling y lanzarse como solista, y Main Offender (1992), la necesidad de airearse de la maquinaria stoniana, este recién nacido Crosseyed Heart (2015) es, únicamente, el puro placer de sacarse de dentro las canciones que le pudieran quedar, por si a los Stones no les apetece volver a pisar un estudio.

Como avance se lanzó en Julio el single “Trouble”.  Espontáneo y directo, el tema lleva la firma de su autor en cada redoble de batería, en cada fraseo de su inconfundible guitarra, en cada verso mascullado por un Richards que transmite el mismo optimismo que desprende la portada del disco. A diferencia de sus hermanos mayores, desaparece el gesto grave de antaño y muestra la sonrisa del que saborea con orgullo las aventuras vividas.


Aún así, en principio, Keith no lo tenía demasiado claro y fue el batería y productor Steve Jordan, el que le convenció de volver a reunir en Nueva York, a los X-Pensive Winos tras veintitrés años de hiato musical. Aunque el tiempo pasa hasta para los mitos, y no fueron las caóticas sesiones de grabación de su anterior trabajo, en las que acabaron con las reservas de Jack Daniels de la zona, ni tampoco el desfile de colaboradores (Bootsy Collins, Maceo Parker, Bernie Worrell…), que ayudaron a Keef a darle forma a su primer disco. Esta vez, todo se ha desarrollado de forma más relajada y se ha aprovechado el talento multiinstrumental de los Winos. 

Los X-Pensive Winos en acción.

Por los Estudios Germano del Soho, sólo apareció una noche la divina Norah Jones para cantar “Illusion”. Tras haber compartido escenario en un homenaje a Gram Parsons, Keith quiso contar con ella para darle un poco de Soul a un disco que es fiel retrato de sus filias musicales (vitales): la verdad del Blues (“Crosseyed Heart”, “Goodnight Irene”), el recuerdo Reggae de sus años en Jamaica (“Love Overdue”), la pureza de los 50s (“Blues In The Morning”), la honradez del Country (“Robbed Blind”), esas baladas taciturnas que siempre cuela en los trabajos de los Stones (“Nothing On Me”, “Lover´s Plea”) o experimentos propios de su íntimo Tom Waits (“Substantial Damage”).

El resultado es un trabajo variado y maduro, que ofrece el dulce disfrute de lo previsible estando The Human Riff  por medio: una pasta en la que se entremezclan las esencias del Rock con la personalidad de un artista, al que las arrugas no le han alejado de sus raíces.

También ha sido un regalo la promoción del álbum en la que este perro viejo del negocio, aparte de prometer disco de los Rolling Stones para el año que viene, ha repartido cariñosos cachetones a Black Sabbath, Metallica, Grateful Dead o incluso a los Beatles. Desprecios, mitad reales, mitad provocación, que son celebrados por los fans que encendemos cada mañana el ordenador, esperando nuevas boutades del que ya no tiene nada que demostrar. Dardos de ojo guiñado, que no afectan ni siquiera a los ofendidos, como el propio Lars Ulrich que cuenta su experiencia como telonero de los Stones, encantadísimo de disfrutar en primera persona de la arrogancia rockera de sus Satánicas Majestades.   

Y es que es imposible enfadarse con tipos como este al que, gustos aparte, se le debe reconocer el mérito del superviviente. Las bombas caen a su alrededor y este año ha tenido que despedirse de sus amigos B.B. King y Bobby Keys. 

Y sin embargo, ahí sigue. 

Envuelto en humo y leyenda, con su chaqueta de piel de serpiente, su calavera de plata y esa Fender que le sienta como a nadie. 

Maravillado por la contradicción de que precisamente sea él, el soldado que vaya a regresar a casa.


domingo, 13 de septiembre de 2015

DURAN DURAN "PAPER GODS". LA TEORÍA DEL ETERNO RETORNO.

“Eterno Retorno”: Concepción del tiempo consistente en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente.

Friedrich Nietzsche.




No sé si Simon LeBon y Nick Rhodes tendrán al filósofo alemán entre sus referencias, pero seguro que estarán de acuerdo en que su carrera en los últimos años se mueve sobre un péndulo que oscila entre la dulce nostalgia de su época ochentera y la inquietud por teñir su música de sonidos contemporáneos.

Y si el All You Need Is Now (2010) era cargar de vatios la época de Rio (1982), ahora tocaba mirar alrededor y ver que suena ahora en la radio. Porque no creo que haya algo que horrorice más a los Duran Duran que se les diga que están pasados de moda.

A diferencia de su anterior álbum, esta vez el productor Mark Ronson, sólo puede colaborar de forma puntual, y esa labor la asume, entre otros, el músico británico Mr. Hudson que también aporta voces a la canción que abre el disco de forma impecable.

El tema “Paper Gods”, con sus coros y su firme pulsión electrónica, emana una sobria melancolía al cantarle a la futilidad del tiempo y de la vida. No se esperaba tanta profundidad de entrada, pero siempre se aplaude la innovación y seguro que el tiempo hará que escale en el imaginario de los Duran. 

Tras ella, una más reconocible “Last Night In The City”, en la que se acaba la tristeza y se abren las puertas de la Disco, para que bailemos durante la última noche en la ciudad. La voz de Kiesza le da chispa y piezas así no deben faltar en los trabajos de los de Birmingham.

Ecos de “The Chauffeur” en una sombría “You Kill Me With Silence” que no deja demasiada huella al oyente y antecede al primer single: la funky “Pressure Off”



El viejo socio de Duran Duran, Nile Rodgers, le mete calor y energía a una canción que ya forma parte del setlist de su gira, y que gana con sucesivas escuchas.

Y tras esto …la imperceptible guitarra de John Frusciante en varios temas, una entretenida “Change The Skyline” … y poco más. Piezas anodinas, mucho relleno y un suflé que sólo sube algo con el bonus track “Northern Lights”.


Peor que su anterior obra, pero mejor que Red Carpet Massacre (2007). Anyway, si algo ha demostrado Duran Duran es que saben rehacerse y que los guiños de la portada de Paper Gods (2015) a su longeva trayectoria (el tigre de Seven And The Ragged Tiger (1983), el luchador de Sumo de “Girls On Film”…) son un gesto claro de que no pierden de vista su legado y que el péndulo pronto volverá a oscilar hacia la diversión elegante de tiempos recientes.

sábado, 18 de julio de 2015

FERRY & FLOWERS. IT´S ONLY POP, BUT I LIKE IT!


Con apenas unos meses de diferencia se han publicado los nuevos trabajos de Bryan Ferry y Brandon Flowers.

Discos gemelos que el tiempo podría desordenar, o asignar su autoría a uno u otro. Porque es fácil imaginarse a un Bryan Ferry en el 85, subiéndose a la new wave, y editando este The Desired Effect (2015) que ahora Flowers defiende en directo. Como igual de sencillo sería imaginar a un Brandon Flowers ya pureta, envolviéndose en terciopelo negro, y susurrándole al amor atormentado como hace Bryan Ferry en Avonmore (2014).

Tal vez, el cantante de The Killers con su gesto de boy scout, no haya sufrido lo suficiente para alcanzar el carisma de crooner sofisticado que emana Ferry, hasta cuando se pide un cortado. Pero no es una locura pensar que, tras revisar la herencia de The Cure, New Order y demás adalides del synth pop en su última obra, más adelante, se decida a buscar el origen de todo y dé, con unos Roxy Music, con Ferry a la cabeza, que siguen siendo sinónimo de innovación, treinta años después de su separación.


Mientras tanto, hay que disfrutar de este entretenidísimo Efecto Deseado con el que el cantante de Las Vegas retoma su carrera en solitario tras un tristón Flamingo (2010) que parecía compuesto por descartes de su banda madre. El resultado es un luminoso LP que irrumpe con “Dreams Come True”, alegato  optimista que bebe tanto del sonido de la E Street Band  como de esas referencias espirituales que pueblan la carrera del mormón más famoso del mundo. Tras ella, llega el primer single “Can´t Deny My Love”, trepidante sencillo en el que ya queda claro el espíritu eighties que respira el álbum y cuyo clip parece transcurrir en el Bosque de Shyamalan. No decae la intensidad y en la bailable “I Can Change”, se conjunta el recordado “Smalltown Boy” de Bronski Beat  con los Pet Shop Boys , mientras Flowers, como todos, le pide a ella una nueva oportunidad para cambiar.


Tras esto, el exotismo de “Still Want You” y un retorno al estilo Killers con la sentida “Between Me And You”, algo que también transmite “Untangled Love”. Cambio de registro y llega otro de los platos fuertes del disco con una “Lonely Town” con Brandon convertido en psycho acosador, sacado de un slasher de Carpenter, y en la que el cantante de Las Vegas sigue sin caer del filo de la navaja que separa la actualización con gusto del mero refrito.  

Desde ahí hasta el final, destacan el rocanrol sintetizado de “Diggin´Up The Heart” y una folkie “The Way It´s Always Been” de aire Beatle con la que Flowers se despide hasta la próxima aventura en solitario, en la que ojala repita los aciertos de este redondo The Desired Effect (2015).

En la otra esquina, el capo del pop elegante y relajado, Mr. Bryan Ferry, con una nueva obra cuyo título lo enlaza con la mística del epílogo de Roxy Music, Avalon (1982).


El disco se inicia con “Loop de Li” y “Midnight Train”, dejando claro que el viejo Ferry ha vuelto y que esto no es ni un incoherente homenaje a Dylan, ni experimentos con Big Band. Las canciones te sumergen en una dulce nebulosa en la que flotan las tramas enmarañadas de teclados, el pulso firme del bajo, los vientos sugerentes, el funky blanco de la guitarra y, sobre todo, el gemido de Ferry.

Tras esto, la balada “Soldier Of Fortune”, coescrita con el ex Smiths Johnny Marr, y que evoca al “Brothers In Arms ” de un Mark Knopfler que también aparecerá en el álbum, posteriormente.


Se sube un cambio y el LP acelera con una excitante  “Driving Me Wild”, en la que Ferry demuestra que no tiene reparos, a pesar de la edad, en seguir protagonizando tortuosas love stories que evocan su conflictiva vida personal. Un tipo, ya pasados los sesenta, con los arrestos para casarse con la novia de su hijo, para después ser abandonado por la misma porque “se comporta como un niño”. 

Un, como dice la canción, “Special Kind Of Guy”.

El disco alcanza cima con la homónima “Avonmore”,  cinco minutos de fiebre artificial con la que perder la cabeza, y una delicada “Lost” , que no hubiera desentonado en sus exitosos discos de los 80.


El cierre lo hacen dos versiones, la celebre “Send In The Clowns”, interpretada en su día por Sinatra, y, “Johnny and Mary” del añorado Robert Palmer, la cual marca lo que podría ser el nuevo rumbo del cantante británico: obras de atmósfera supurante de melancolía y oscuridad.

jueves, 25 de junio de 2015

KISS. LAS MIL CARAS DEL BESO AMERICANO.


Flota en el ambiente el “God Gave Rock N´Roll To You II”, caen los restos del confeti y me encamino a la salida del Palau todavía abrumado por el espectáculo Kiss. Creo que empecé a perder el tino, en el último tramo del concierto, cuando comenzaron a sucederse los números clásicos de la banda y es que, en pocas ocasiones, uno vive esa sensación de sentirse absorbido por el show, de que te cincelen en los huesos el lema: ¡Esto es el Rock!...Inolvidable esa noche de pirotecnia, láser y humo, con las ENORMES canciones del grupo atronando en el pabellón mientras Gene Simmons y Paul Stanley vuelan (sobre) nuestras cabezas.

También ayuda a la experiencia una audiencia, de grandes y chicos, en las que ves a varias generaciones con los ojos como platos, alucinando con un show igual de vigente hoy, que hace cuarenta años. Mi humilde intención es narrar diferentes tijeretazos de una Kisstory que todavía no escribe su capítulo final, y, al igual que en sus directos se mezclan sin orden los viejos y nuevos hits, en la Triple Amenaza, se saltará en el tiempo desde la búsqueda de brújula de los 80 al retorno de los 90, y desde sus primeros pasos a esta madurez con la que recorren el mundo, incrementando un ejercito de fans que nunca tiene suficiente Kiss.

Comienza el viaje.


Kiss. El corazón acústico del hard rock.


1995 no fue la mejor época para los Kiss. La explosión del Rock alternativo barrió con casi todas las bandas de su estilo y el grupo no sabía a que carta quedarse. En el estudio intentaron adaptarse a los nuevos tiempos con un Carnival of souls (1997) de sonido grunge. No obstante, el Unplugged que grabaron para la MTV confirma, primero, que los clásicos de Kiss adquirían nueva dimensión en el modo acústico y, segundo, que los fans estaban preparados para un retorno al formato clásico.

Abrumadora la respuesta del público cuando se juntan sobre el escenario la formación original Stanley-Simmons-Frehley-Criss, y muy emocionante la interpretación de la mítica "Beth", demostrando lo que siempre ha dicho Peter Criss: "Esta canción es mi pequeña...nadie la interpreta como yo".

En el video ME ENCANTA cuando Criss canta lo de: '...me and the boys will be playing all night' y el público entra en éxtasis. El guitarrista de aquel entonces, Bruce Kulick, reconocería más adelante que, en ese momento, fue evidente que la reunión tendría lugar y que su paso por Kiss había concluido. 




Los buenos viejos tiempos.


La publicación de los tres primeros álbumes de Kiss no fue lo que se entiende por un éxito masivo. Las radios se tomaban a broma a una banda de cuatro maníacos salidos de un cómic de la Marvel, y su explosivo directo no era suficiente para impulsar las ventas de sus trabajos en estudio. 


Es por esto que, en el verano de 1975, se deciden a recoger en vinilo la experiencia Kiss en vivo, y se graban conciertos celebrados en Arenas de Iowa, Cleveland, New Jersey y, por supuesto, Detroit. No obstante, el frenesí del grupo en el escenario, rodeado de sangre y fuego, hacían que el material no tuviese la calidad necesaria para poder editarlo. Se opta por pasar por el estudio y retocarlo en una decisión que, años después, alimentaría su fama de banda artificial, pero que a mí personalmente, no me quita el sueño.

Esta vez sí, Alive! (1975) alcanza el cuádruple disco de platino y la histeria por los enmascarados de Nueva York se dispara creando un ejercito de fans que llega a rodear emisoras de radio para exigir que sonasen canciones de Kiss, tales como la cruda "Strutter".




Kiss ha muerto...Larga vida a Kiss!


En 1984, Kiss decide dar el paso y demuestra que hay vida sin el maquillaje. Ejemplo de ello es un potente trabajo de Glam Metal como Animalize (1984) en el que se consolida a las baquetas el añorado Eric Carr, un batería más dinámico que Peter Criss, cuyo carisma y trágica muerte hacen que ocupe un lugar especial en el corazón de los fans de Kiss. 

El clip de "Heaven´s on fire", con Simmons un tanto perdido despojado de su rol de Demonio, deja claro que el más estaba disfrutando de esta etapa era un Paul Stanley que le pasaba por los morros de todos los cock rockers de Los Angeles que era el fucker supremo y que a ambigüedad y arrogancia, no le gana nadie.



Vacaciones rockeras en el mar.


El 30 de Octubre del presente 2015, desde el puerto de Miami, partirá la quinta edición del crucero Kiss Kruise en dirección a Jamaica. 

Cinco días en alta mar disfrutando de conciertos acústicos y eléctricos de Kiss, de rondas de preguntas con la banda, de poder tener tu propia foto con ellos...todo salpicado de juegos, karaokes y concursos inspirados en el Beso americano y sus cuatro décadas de historia.

Un sueño para el kisshead, que este año se basará en el mítico Alive! (1975) el cuál será interpretado íntegramente.



El guitarrista llegado del Espacio.


La Kissmanía alcanza su culmen con la publicación de Love Gun (1977). Para entonces el merchandising de la banda inunda el mercado y cada nuevo disco es recibido con entusiasmo por unos fans que ignoraban que la mejor época de Kiss llegaba a su fin. En el álbum atruenan temazos hard rockeros como "Love Gun", o "I Stole your love", pero yo me quedo con el "Shock me" del gran Ace Frehley.

Frehley es mi miembro de Kiss favorito porque lo veo más real que a Stanley y Simmons, y adoro esa forma de reformular las influencias de Hendrix y de Jimmy Page en un sonido tan característico. Un tipo que no esperó a que le dieran la patada y que se fue porque no quería abrir para Aerosmith en 2003. Da pena ver a un guitarrista tan anodino como Tommy Thayer ocupando su puesto y me hubiera gustado que Bruce Kulick, un tipo con más pedigrí Kiss, se hubiera puesto el maquillaje de Space Ace.

Anyway, siempre será una pasada ver a un Ace Frehley, puesto hasta las cejas, sacarle humo a su Les Paul en "Shock Me".



Eric Carr. Gone, but not forgotten.


La portada de Revenge (1992), la cubierta ametrallada de un avión de combate, puede servir de metáfora del estado de Kiss en ese momento. Los 80 habían quedado atrás dejando un sabor agridulce en el que la demostración de que tenían el talento para continuar evolucionando como banda, se compaginaba con un progresivo declinar de su popularidad. 

Y es que el tener que fajarse cada noche con grupos emergentes como Def Leppard, Bon Jovi o Mötley Crüe se tradujo en giras por recintos a medio llenar, un Gene Simmons demasiado pendiente de sus proyectos extramusicales y la sombra en el horizonte del nuevo sonido que llegaba de Seattle. A todo esto se le suman los fuertes dolores en el pecho que comienza a sufrir el batería Eric Carr, al que pronto se le diagnostica un cáncer terminal.

Sin embargo, pese a todo, Revenge (1992) es uno de los discos más celebrados de la etapa sin maquillaje y varios de sus temas (“Unholy”, “Thou Shalt not”) presentan una contundencia metálica, inédita desde los tiempos del Creatures of the night (1982).

Anyway, si por algo es recordado este álbum es por el himno “God gave rock n´roll tou you II”. Canción con gran dueto entre Stanley y Simmons, cuyo videoclip muestra al grupo tocando en un hangar, mientras se intercalan imágenes antiguas de Kiss. 

El ver a Eric Carr, visiblemente desmejorado, con una peluca para ocultar los estragos de la quimioterapia, mientras se oyen líneas como “Dios…nos ha dado un regalo, un camino, y el nombre del camino es rock n´roll” emociona a todo fan de Kiss y a cualquier seguidor de la música.



El vuelo del murciélago.


Tras el éxito comercial del Alive! (1975), Kiss cuenta con muchos más medios para meterse en el estudio, y paren uno de sus mejores discos. Destroyer (1976) suele ser el álbum con el que se introducen muchos primerizos, en el mundo del Beso americano, y es que, prácticamente, es un Greatest Hits: "Detroit Rock City", "Shout it out loud", "Beth", "Do you love me"... canciones que, desde entonces, han sido tocadas miles de veces en vivo por la banda, aunque seguro que no tantas como la poderosa "God of Thunder".

El productor Bob Ezrin transformó un típico tema festivo de Paul Stanley, en una sabbathiana marcha militar que avisa de la llegada del Dios del Trueno desde otra dimensión, para robaros vuestras almas. Si a todo eso, le añades un Gene Simmons poseído, maltratando su bajo, escupiendo sangre y volando sobre el escenario, obtienes un momento icónico de la historia del Rock.



Vinnie Vincent. ¡Kiss soy yo!


El último disco de la primera etapa de Kiss con el maquillaje, Creatures of the night (1982), también supuso un endurecimiento de su sonido debido a la llegada del virtuoso guitarrista Vinnie Vincent. Un tipo con un ego del tamaño de su talento al que se le asignó el rol del "guerrero egipcio" y que sólo duró un par de años en la banda, debido a su difícil carácter y a que, en directo, sólo se preocupaba de colar largos solos en cada canción.

Con todo, se le debe reconocer su contribución a crear trallazos como este acelerado "War Machine" que es de lo más heavy que ha grabado Kiss.



La banda más caliente del mundo.


Kiss y el sexo han sido dos conceptos unidos desde los inicios de la banda. Eran famosas las orgías que se montaban en las fiestas postconcierto de sus giras de los 70 a las que asistían todas las chicas de cada ciudad, más una numerosa troupe de fans que viajaban con Kiss.

Quien más disfrutó del poder de seducción de estar en la banda más caliente del mundo fue un Gene Simmons que cifra su número de conquistas en 4.850, entre las que están estrellas como Cher o Diana Ross, junto a groupies anónimas de las que Simmons presumía de ni siquiera haberles pagado un taxi a la mañana siguiente. 

El resto del grupo tenía otros intereses: Peter Criss, el alcohol; Ace Frehley, las drogas; y Paul Stanley...bueno, sobre Paul Stanley hay historias ambiguas. Aunque eso no le resta grandeza a la extraordinaria "Love Gun" de su disco homónimo de 1977, en la que Stanley advierte que no hay sitio en el que ocultarse, cuando tiran del gatillo de su pistola del amor.



Kiss F.M.


Tras el olvidable Asylum (1985), se publica uno de los álbumes más orientados al A.O.R. de la carrera de Kiss, Crazy Nights (1987). Un trabajo decepcionante para los seguidores de los 70, pero que, pasados los años, se ve con cariño y que encaja a la perfección en una sesión de light metal, acompañado del Open up and say...ahh (1988) de Poison o del Final Countdown (1986) de Europe.

Se vuelve a contar con el compositor Desmond Child, Rey Midas del hard rock ochentero, y los teclados impulsan un disco en el que brilla el single 'Crazy, Crazy Nights '. Declaración de amor de la banda a los fans y por extensión, al rock en general.

Sigue siendo grande ver a Paul Stanley caminando sobre el público, y recientemente se ha vuelto a incorporar al setlist de Kiss en directo.



Los primeros pasos de la bestia.


Del primigenio Kiss (1974) se extrajo como single este maravilloso "Nothin´to lose". Carta de presentación de la banda que bebe tanto de los Beatles como del Glam inglés. En la letra, Gene Simmons, hombre refinado, cuenta como le hizo un back door man que dirían los Zeppelin, a su novia y...she didn't wanna do it, but she did anyway.

La grabación del concierto en el mítico Winterland de San Francisco es oro puro y todavía transmite aquella atmósfera de peligro del directo Kiss de esa época.

Una banda que crea momentos álgidos sólo moviendo la cabeza.



Detroit. My kind of town.


La relación de Kiss con la ciudad de Detroit viene de lejos. Se han empleado grabaciones de conciertos allí, en Alive! (1975), Animalize Live Uncensored (1985) y Alive III (1993), fue la ciudad elegida para iniciar la Gira de reunión en 1996, e incluso le han dedicado una canción: "Detroit Rock City" .

Incluida en Destroyer (1976), cuenta la historia de un fan que pierde la vida en un accidente mientras se dirige a un show de la banda y se ha utilizado en incontables ocasiones como apertura de sus directos.

Así mismo, fue el nombre elegido para un film de 1999 que, pese a fracasar en taquilla, se ha ido convirtiendo en título de culto. En esa película, cuatro chavales intentan llegar a Detroit para ver a Kiss, y, puede que no triunfase porque era una película de Kiss sin Kiss (!). Aún así, cuenta con una banda sonora imponente en la que, por supuesto, está "Detroit Rock City".

The Dark Side Of The Kiss.


A Kiss se le podrán achacar muchas cosas, pero no se puede decir que sean inmovilistas y que no arriesguen, pese a lo incierto del resultado. Desde 1979, el hard rock de sus inicios se fue matizando con arreglos pop lo que supuso una perdida de la identidad de la banda y un período borroso que determinaría, más adelante, la ruptura de la formación original.

En 1981, Kiss deciden dar un volantazo y grabar un álbum conceptual de rock progresivo (!!).  Music from "The Elder" (1981) se concibió como la Banda Sonora de una futura película que narrase la batalla mitológica de un héroe por salvar el Universo. El resultado comercial y artístico fue un batacazo que hizo huir espantado a un Ace Frehley que no entendía que coño había hecho el productor del disco con sus solos de guitarra, y que, sin su colega Peter Criss, se veía en inferioridad ante la dupla Simmons-Stanley, a la hora de decidir. 

Los años la han convertido en obra de culto y han hecho que canciones como "A world without heroes" sean reclamadas por los fans para que las toquen en directo en convenciones o en el célebre crucero Kiss Kruise.



Kiss. Acordes y desacuerdos.


Tras girar por el mundo con el Alive/Worldwide Tour(1996-1997), Kiss entra en el estudio para grabar su primer disco con la formación original en diecinueve años. Algo que después se demostraría falso.

Y es que el Tour compartido había subrayado las diferencias de Simmons y Stanley con los retornados Peter Criss y Ace Frehley, que apenas participaron en las sesiones de un frío Psycho Circus (1998), que tiene momentos notables como "You wanted the best" en la que cantan los cuatro miembros de Kiss, la emocionante "Psycho Circus", o la melódica balada "We are one". 

No obstante, en general, transmite una sensación de producto sin alma, sin la espontaneidad y la garra de sus primeros álbumes de los 70. Aún así, es bastante recomendable, sobre todo, por canciones como esta glammy "Into the void" en la que Ace demuestra que todavía le quedaban riffs de calidad y que formó parte del setlist de la siguiente gira.



Bruce Kulick. El quinto Kiss.


Tercer single del Revenge (1992) en "I just wanna" nos encontramos con un festivo hard rock, típico de los Kiss de esa épocal, y con un juego de palabras en el que se cambia el for-get por fuck en el el estribillo para echarle pimienta a la canción.

Sería una de las últimas colaboraciones del guitarrista Bruce Kulick. Sustituto del fugaz Mark St. John desde el Animalize Tour, fue su hermano mayor, Bob Kulick, guitarra en la sombra de Kiss durante muchos años, el que recomendó su incorporación a la banda.

El que se optase por un "yes-man" como Tommy Thayer para sustituir a Frehley en 2002, sólo se explica por el querer abaratar costes contando con alguien que lo mismo le recuerda a Space Ace como eran sus solos, que te edita el DVD Kiss, The Second Coming (1998), que le pinta la casa a Paul Stanley.




You don´t have to put on the black light.


Cerrando su álbum de debut, Kiss (1975), se encuentra la gloriosa "Black Diamond". Compuesta por Paul Stanley, cuenta la historia de una prostituta negra que recorre las calles para ganarse la vida, y ha sido cantada primero por Peter Criss, y más adelante por el resto de baterías de la banda.

Es curioso comparar la grandilocuencia del "Black Diamond" grabado con la Sinfónica de Melburne para el Alive IV (2003) con la suciedad casi punk de su versión de los 70.



Kiss. Under The Influence.


Las influencias musicales de Kiss siempre han estado determinadas por su devoción por los Beatles. Las melodías, los juegos vocales, el revestir el pop de los cuatro de Liverpool de un armazón metálico... fue algo constante en sus inicios, lo que les valió el apelativo de "The Heavy Beatles".

Así mismo, también bebieron del Glam inglés de Slade o (como todos) de la furia desatada de Led Zeppelin, a los cuales versionaron recientemente en su concierto acústico en el San Manuel Indian Casino.

No obstante, en estudio, su versión más celebre fue la que hicieron del "2.000 man" de los Rolling Stones. Perteneciente al olvidadísimo disco psicodélico Their Satanic Majesties Request (1968), Ace Frehley hace suya esa canción en la que se proclama un hombre del año dos mil, con un romance con una computadora y al que sus hijos no entienden.



Kiss. #sinfiltro.


Esta vez sí, con el álbum Lick it up (1983) Kiss dan en el clavo y consiguen reconectar con una audiencia, sorprendida por la decisión de la banda de abandonar el maquillaje.

El mismo día que se lanza el primer single, el 18 de Septiembre de 1983, tiene lugar una entrevista en televisión, en la que Kiss muestran sus rostros por primera vez. Y no sólo eso, también se cambia el vestuario, los números escénicos de los 70s, y un repertorio en directo más basado en los discos recientes. El grupo se siente fuerte y quiere inaugurar una nueva etapa en la que se mire al futuro.

Todo eso se observa en el entrañable videoclip de "Lick it up", ambientado en un mundo postapocalíptico de mujeres salvajes, cuya alta rotación en la MTV, sirvió para impulsar el seguimiento de una nueva generación de fans.



El beso del cowboy.



Es curioso el gran calado que tienen Kiss en la sociedad norteamericana. Prueba de ello, es el variopinto conjunto de músicos que participan del disco Tributo Kiss my ass (1995). Un álbum en el que coinciden bandas que sí se las ve afines al universo Kiss como Anthrax o Extreme, con otros grupos de cariz alternativo como Gin Blossoms, Dinosaur Jr. o la superbanda que se formó con miembros de Rage against the machine, Faith no more y Tool. 

Esto es debido a que estos músicos, fueron los niños de los 70s a los que sus padres llevaron con la cara pintada a un concierto de Kiss. Un período que, entonces y hoy, conserva su aura intacta, y que inspiró a muchos para subirse a un escenario y ofrecer su particular visión del espectáculo musical.

Entre ellos, quién lo iba a decir, la megaestrella del Country, Garth Brooks que se declara fan irredento de Kiss y que clava una soberbia interpretación del "Hard luck woman".



Los primeros 40 años de Kisstory.



Es inspirador que a estas alturas de su carrera, Kiss todavía luche por conseguir que sus nuevos temas ingresen en su galería de clásicos. Prueba de ello, es la inclusión de este reciente "Hell or Hallelujah" del Monster (2012), en sus últimos directos.

Y es que, a pesar de que Simmons reconoce que cada vez le cuesta más cargar cada noche con su traje de demonio, el esfuerzo por seguir siendo una banda contemporánea, que no sólo quiere tocar oldies, está a la altura de un grupo sin el que no se entiende la historia de la música rock.



Besos Rotos.



En Octubre de 1979, Kiss participa en el "Tomorrow Show" de Tom Snyder como parte de la promoción de su último álbum, Dinasty (1979). Tras unos pocos minutos, Ace Frehley decide animar la entrevista y comienza a hacer chistes, a reírse sin parar e interrumpir a sus compañeros para irritación de Gene Simmons.

La grieta entre Ace y el duo Stanley-Simmons ya era insalvable. Frehley no tenía esa concepción tan profesional del grupo como los otros y estaba crecido ya que su disco en solitario era el que había recibido las mejores críticas de los cuatro.

Pese a que precedió a la ruptura de la formación original, hoy en día se lo considera un momento memorable de la Kisstory, ya que pocas veces se retransmite por televisión la separación de una banda de rock.



Kiss in Chains.


En 1996, con la gira de reunión de la formación clásica ya confirmada, pocas ganas tenían Simmons y Stanley de concluir el disco de estudio que tenían entre manos. No obstante, el dinero invertido por la productora hacía necesario que se diese salida al que iba a sustituir a (Music from) The Elder (1981) como disco "maldito" de Kiss.

La desidia de los líderes hizo que el guitarra Bruce Kulick obtuviese un gran protagonismo en la composición de un álbum que apostó por un género, el grunge, que, en primer lugar, ya empezaba a agotarse en aquella época, y, además, no encajaba para nada en el estilo de la banda.

El resultado no convenció a Simmons que retrasó la publicación del disco hasta que las filtraciones de dicha grabación, obligó a que se editase formalmente.


Muchos dicen que, si no se hubiese producido la reunión, Carnival of Souls: The Final Sessions (1997) hubiese significado el fin de Kiss.



Kiss...pero sigo siendo el rey.



El 12 de Marzo de 1999, el Psycho Circus Tour de Kiss, se despide de Alemania con una última actuación en la ciudad de Bremen. Tras la canción inicial, Paul Stanley, ayudado por un traductor, le explica al público que el Jefe de bomberos de la ciudad había prohibido el uso de los fuegos artificiales durante el show y que no iban a poder hacer uso de ese elemento tan típico de Kiss.

Tras esto, el show se desarrolla con normalidad hasta que, en la última canción ("Black Diamond"), se hace estallar de una sola vez toda la pirotecnia preparada para el concierto.Desde entonces, Kiss tiene prohibido tocar en esa localidad.

Es de agradecer que todavía conserven esa arrogancia y rebeldía de rockstars que se ven por encima de las leyes que acatamos el resto de los mortales.



La krisis de la mediana edad.


Aprovechando el tirón del éxito de Animalize (1984), Kiss se apresura en publicar Asylum (1985), un disco que no alcanza las expectativas ni de la banda ni de los fans, debido a que se estaba perdiendo la química en el seno de Kiss.

Bruce Kulick es el cuarto guitarrista del grupo en cuatro años, se mira demasiado lo que está de moda y se toman decisiones desacertadas puliendo en exceso la producción del disco, u optando por una imagen demasiado barroca para tipos como Gene Simmons que ya enfilaban los 40.

Y sobre todo, el problema era que se habían convertido en un grupo de rock más, en algo convencional, cuando Kiss siempre habían sido impredecibles.



The boys are back in town.



Y, por fin, la noticia más esperada, en Febrero de 1996, en la Ceremonia de entrega de los Grammys, se descorre la cortina y tras ella aparecen el Demonio, el Hombre del Espacio, el Starchild y el Hombre-Gato llegados desde 1979 para devolver el espectáculo al rock n´roll.

La gira posterior que arrasó América fue un fenómeno único sólo comparable retorno de Elvis en el 68. Los fans, antiguos y nuevos, querían formar parte de la liturgia de un show de Kiss, querían vibrar con el fuego, el maquillaje, la sangre, las guitarras humeantes..., querían algo con lo que soñar tras tanta angustia vital procedente de Seattle, querían poder decir: "yo estuve allí y sentí la magia.".