Andaba yo, por el 96, en mi mundo de revistas
heavys cuando nos presentó un amigo común.
En principio, me tiró para atrás la cantidad de
texto y los artículos editados en blanco y negro. Pero tras derribar esa mínima
barrera inicial, se ensanchó el camino frente a mí.
Me dio la mano un ente del que aprendí que los
héroes de la Marvel, Charlie Parker, Brando, el Rat Pack, y Marvin Gaye también
eran rock n´roll. En mi habitación, explotaron unos monumentales No me Judas, Satanás en los que cabían perversiones sexuales, el
enigma de Howard Hugues, las aventuras de Errol Flynn o el Metal 80. Disfruté del correo y del apéndice por los que respiraba la revista, con un Cesar Martín con alma de hooligan que defendía sus filias y fobias con un pie en la provocación y otro en el fanatismo. Descubrí entrevistas hechas por y para fans en las que Van Halen eran vecinos de Patti Smith, Public Enemy y los Cramps.
El mítico especial de los 70s, la decadencia del Grunge, sentir la leyenda de las bandas clásicas, el viaje por Norteamérica, el retorno de Kiss, el hallazgo de Cheap Trick, Marilyn Manson, Chris Isaak, Monster Magnet... La mezcolanza total de modas, géneros y épocas bajo el estandarte del rock como algo más que un variante musical. Como un estilo de vida cuyos ejes son la pasión y la honestidad. Como algo en lo que poder creer.
El mítico especial de los 70s, la decadencia del Grunge, sentir la leyenda de las bandas clásicas, el viaje por Norteamérica, el retorno de Kiss, el hallazgo de Cheap Trick, Marilyn Manson, Chris Isaak, Monster Magnet... La mezcolanza total de modas, géneros y épocas bajo el estandarte del rock como algo más que un variante musical. Como un estilo de vida cuyos ejes son la pasión y la honestidad. Como algo en lo que poder creer.
Han pasado veinte años y ya no es ese amor de
antes. Aún así, no renuncio a ese affaire mensual en el que nos volvemos a
encontrar. A abrirte y olerte, y llevarte a casa con todas las demás. A que
te salpique el agua de la ducha y te arrugues en mi mochila. A que formes
parte de mi vida.
Y conservo la esperanza de que pronto vuelva el
brío de antaño.
Larga vida a Popular 1 R n´R Magazine y brindo
por los próximos veinte años juntos.
Gracias, Omar por prestarme aquellos Popus y no
una Rockdelux, y no ser yo ahora un gilipollas.