“Espero que ganemos el anillo en tres años”.
Mikhail Prokhorov, acerca de la nueva etapa de los Nets tras abandonar New Jersey.
Expectativas más que optimistas las del magnate ruso, sobre
todo, para unos Nets que en 2010 firmaron el peor arranque de la
historia de la NBA y, de siempre, han sido uno de los malditos de la Liga.
En las cuentas de la lechera del propietario está volver a
playoffs en su regreso a Long
Island, e irle enseñando los dientes a la clase alta del Este, hasta que los
Nets se prueben un anillo que muchos piensan, les viene grande.
Para ello, primero deberán ganarse el cariño de un barrio que
venera a sus Knicks, y que no se enganchará a un equipo con balance negativo,
por muy baratas que vendan las entradas.
Y para ser competitivos se ha buscado atraer a las
estrellas a Brooklyn, balanceando delante de sus ojos contratos de ocho cifras
como el que cautivó a uno de los mejores bases de la liga, Deron Williams.
Tras ser desterrado a la Siberia de la NBA que era Nueva Jersey
en 2011, por no haber respetado las canas de Jerry Sloan en los Jazz, se anticipaba que Williams pronto huiría hacia alguna franquicia con aspiraciones.
Sin embargo, Prokhorov expuso argumentos que persuadieron a D-Will de que en los Nets no se
estaba tan mal.
Aparte de unos más que generosos 98 millones de dólares por
5 años, se hizo llegar desde
Atlanta, al escolta 6-Time All-Star Joe Johnson, y se avivó la esperanza de
poder compartir vestuario con Dwight Howard a cambio de Brook López.
No obstante, Howard se marchó a Los Ángeles junto con el espejismo
de ser candidatos desde el minuto 0, dejando el puesto de pívot al hijo listo del jugador de
béisbol cubano, Heriberto López.
Sin opciones atractivas en el mercado, en
los Nets deciden mirar lo que hay en casa y peritan el que a Brook se le caigan
los puntos de los bolsillos y su ternura al luchar por el rebote, en 61
millones por 4 años.
Kris Humphries, fan de las pelis de gladiadores. |
Para cerrar el quinteto, y a pesar de que se daba por sentado que
Kirilenko sería el 3 titular que convocaría a la abundante colonia rusa de
Brooklyn en el Barclays Center, se prefiere a un outsider como Gerald
Wallace.
Cabeza de ratón en su etapa en los Bobcats y un tanto
baqueteado en el amor propio por la indiferencia de la Liga, con 30 años le
llega la oportunidad de que el foco se pose sobre él y probarse en lo
más hondo de la postemporada.
Y si las cosas salen mal, se puede consolar con los 40
millones de dólares de su nuevo contrato.
Para el banquillo queda la perla de la cantera, Marshon
Brooks, el tiro exterior del ex-Baskonia Mirza Teletovic, la inestabilidad del
ala-pívot Andray Blatche, un incombustible Jerry Stackhouse que nos enterrará a todos, y la cólera
del pequeño General, el Coach Avery Johnson.
Snooki y Kim, expectantes ante la nueva temporada de los Nets. |
Roster profundo con un mucho de todo que puede llegar lejos si pilla a contrapie a unos Heat de barriga llena, o si se aprovecha de que en el Oeste se van a matar entre ellos.
Y si no lo consiguen, el magnate ruso puede hacer lo mismo
que sus jugadores, y consolarse con el dinero que va a ganar con el faraónico
Barclays, donde el basket será uno mas de los espectáculos de los que
disfrutar desde exclusivas suites de lujo, nunca antes conocidas en el deporte
americano. O con el lucrativo
negocio inmobiliario que gira alrededor del nuevo pabellón, construido a golpe
de especulación y desahucio. O con las posibilidades financieras y los
contactos que brinda ser dueño de una franquicia NBA.
Anyway, a nivel deportivo, lo que esperan los fans es ese soldout del 1 de Noviembre, en el que los New York Knicks viajan al sur de la ciudad para probar la lealtad de Brooklyn y la solidez del bloque en el que se quiere comenzar a esculpir un trofeo Larry O´Brien para Prokhorov.