8 de Junio de 2012. Palacio de
Vistalegre. Los Pereza se abrazan agotados sobre las tablas mientras los
acordes del “Take a walk…” de Lou Reed flotan por el pabellón, en su último
concierto hasta la fecha. Un revolcón postrero con las
fans tras un año separados. Un homenaje a ese Madrid que contempló los
primeros pasos de Leiva y Rubén en aquellas noches locas del Siroco. Un “hasta
luego, ya nos llamamos…” entre los viejos colegas que quieren probarse en
solitario.
Casi un año después, recién
llegado de tocar por Argentina, Leiva volverá a Vistalegre, junto al Loco y
Ariel Rot, para interpretar “Diciembre”(2012), con la banda de acompañamiento
de Pereza, ya rebautizada como Leiband.
¿Y Rubén? ¿Le está yendo igual de
bien a Rubén?
Un paseo por su web revela, entre las noticias destacadas,
un concierto gratuito tras la entrega de medallas de una maratón dominical, un
rosario de acústicos bajo el nombre de Rubén Pozo (Pereza) por bares de media
España, y la impresión de que le va a costar algo más que a Leiva volver a
Vistalegre.
Y es que siempre le faltó el
gancho comercial y el dominio del postureo rockero que derrocha su excompañero.
Además, en su recorrido juntos, sus galones ganados con los inolvidables Buenas Noches, Rose pronto dejaron de contar para un Leiva que acaparaba los singles
del dúo y que se aprovechó del carácter apocado de Rubén para arrinconarlo en
cada entrevista.
Cachetones sin mano que
subrayaron la fragilidad que emitía, subido al diminuto escenario del Búho
Club, de La Laguna, el pasado viernes. Allí se encaramó con chaqueta de cuero,
camisa blanca de camarero, pantalones pitillo como papel de fumar y mirada limpia, para
defender ese honesto “Lo Que Más” (2012).
No tan inspirado como
“Diciembre”(2012), pero sostenido por un puñado de temas con un sugerente
déjame entrar que los lleva a mudarse sin remedio al
fondo de tu mente.
El desconsuelo de “Chavalita”, el encanto naif
de “Las Horas Muertas”, el drama desnudo de "Invierno" y el descaro marcbolaniano de “Pegatina” le daban la
mano a perlas de Pereza como “Grupis”, “Madrid”, “Pelos De Punta”, o “Pirata”,
en una noche feliz que me dejó dos imágenes: Rubén ensimismado al inicio del
riff de la dolorosa “Margot” y el deleite en la mirada de las tres diehard fans de la primera fila.
El otro ya anuncia nuevo disco
para después de verano, por lo que no se atisba un retorno inmediato de Pereza.
Tiempo para que Rubén se piense
si está dispuesto a enterrar sus canciones a cambio de volver a Vistalegre. Si prefiere ser suplente en el
Atleti o capitán del Rayo Vallecano. O si el humilde aplauso del Buho, no es suficiente para que entienda que su cercana poesía de extrarradio también vale la pena.
Rubenito y yo. |
La verdad es que no he escuchado a este hombre en solitario, pero después de leer tu entrada dan ganas de hacerlo. Eso dice mucho. Pero no te confundas, con ese estilo de música no me llevas al huerto ni a la zorruda.
ResponderEliminar¿Leiband? Más bobo y sus crías habrá que tirarlas por un barranco.
Te recomiendo empezar por Aviones de Pereza y los discos en solitario. Eso sí, cógeles un poco de cariño porque para que te guste un grupo, te tiene que caer bien.
ResponderEliminarNo me hagas más comentarios con crías y barrancos que me da escalofríos cada vez que lo leo.
Y escribe, hombre que tienes el Agua de Gula abandonado!
Perdona, pero mi última entrada es del 21. Tengo muchas cosas empezadas y nada terminado. Si me vuelve a pasar, me vuelves a dar el toque.
ResponderEliminarA mí no me gustan grupos ni cantantes si no me entran por las orejas, pero es cierto que el cariño ayuda.
Tomo nota de las crías y barrancos. No se volverá a repetir.