“Eterno Retorno”: Concepción del tiempo consistente en
aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas,
presentes y futuras se repetirán eternamente.
Friedrich Nietzsche.
No sé si Simon LeBon y Nick
Rhodes tendrán al filósofo alemán entre sus referencias, pero seguro que
estarán de acuerdo en que su carrera en los últimos años se mueve sobre un
péndulo que oscila entre la dulce nostalgia de su época ochentera y la
inquietud por teñir su música de sonidos contemporáneos.
Y si el All You Need Is Now (2010) era cargar de vatios la época de Rio (1982), ahora tocaba mirar alrededor
y ver que suena ahora en la radio. Porque no creo que haya algo que horrorice
más a los Duran Duran que se les diga que están pasados de moda.
A diferencia de su anterior álbum,
esta vez el productor Mark Ronson, sólo puede colaborar de forma puntual, y esa
labor la asume, entre otros, el músico británico Mr. Hudson que también aporta
voces a la canción que abre el disco de forma impecable.
El tema “Paper Gods”, con sus
coros y su firme pulsión electrónica, emana una sobria melancolía al cantarle a
la futilidad del tiempo y de la vida. No se esperaba tanta profundidad de
entrada, pero siempre se aplaude la innovación y seguro que el tiempo hará que
escale en el imaginario de los Duran.
Tras ella, una más reconocible
“Last Night In The City”, en la que se acaba la tristeza y se abren las puertas
de la Disco, para que bailemos durante la última noche en la ciudad. La voz de
Kiesza le da chispa y piezas así no deben faltar en los trabajos de los de
Birmingham.
Ecos de “The Chauffeur” en una sombría
“You Kill Me With Silence” que no deja demasiada huella al oyente y antecede al
primer single: la funky “Pressure Off”
El viejo socio de Duran Duran, Nile
Rodgers, le mete calor y energía a una canción que ya forma parte del setlist de su gira, y que gana con sucesivas escuchas.
Y tras esto …la imperceptible
guitarra de John Frusciante en varios temas, una entretenida “Change The
Skyline” … y poco más. Piezas anodinas, mucho relleno y un suflé que sólo sube
algo con el bonus track “Northern Lights”.
Peor que su anterior obra, pero
mejor que Red Carpet Massacre (2007).
Anyway, si algo ha demostrado Duran Duran es que saben rehacerse y que los
guiños de la portada de Paper Gods (2015)
a su longeva trayectoria (el tigre de Seven
And The Ragged Tiger (1983), el luchador de Sumo de “Girls On Film”…) son
un gesto claro de que no pierden de vista su legado y que el péndulo pronto
volverá a oscilar hacia la diversión elegante de tiempos recientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario