A mí, el fútbol me entró por las orejas.
No me llenaba verlo por la tele, y tuvo que llegar la radio y Carrusel Deportivo para hacerlo grande. Para avivar, con drama y humor, el relato de cada temporada.
Me enganchó la cercanía de Paco
González, la extravagancia de Tomás Guasch, el ímpetu de
Manolo Lama, la humanidad de Poli Rincón…Pero todo eso fue después de
fascinarme con un Pepe Domingo Castaño que, dejó y deja huella profunda de
tantos y tantos anuncios, sólo armado con el brío de su ingenio.
Puros, pipas, ron, encimeras,
sierras eléctricas…Cualquier producto puede ser transfigurado por el agudo
humor de un locutor, que, al caer la noche del domingo, mostraba su otra cara.
Se envolvía de una suave melancolía gallega y le inyectaba lirismo a la jornada
de fútbol.
A su lado, vibré con las
Copas de Europa del Barça, con el triunfo de cowboy de sombrero blanco de la
Selección Española, y, sobre todo, con la promesa de que lo mejor estaba por llegar.
Porque ellos me enseñaron que lo bueno del fútbol es que siempre habrá otro partido,
siempre habrá una revancha para la derrota, y siempre habrá un volver a
imaginar la victoria.
El cisma de 2010, a punto estuvo
de detener el Carrusel, pero los viejos amigos consiguieron
reagruparse en la Cadena COPE.
Su estreno fue un Atlético de
Madrid-Inter de Milán de Supercopa de Europa.
Yo fui débil y dudé.
Me fui al acostumbrado dial de la
Cadena Ser, que había iniciado la retransmisión media hora antes.
Allí, me crucé con un nefasto
batiburrillo de matinal de los 40 Principales, liderado por un patético
personaje que era lo peor del antiguo equipo, y que tuvo la desvergüenza de querer medrar en la injusticia ajena.
Espantado, busqué la COPE, y esperé
a que resonase un imperial Pepe Domingo que me obligó a pedir perdón por mi
momentáneo desliz.
Nunca más.
No me hace falta ni gente ni tele
para seguir el partido. Yo elijo verlo por la radio, con mis amigos de Tiempo de
Juego. Con Paco, con Poli, con Tomás, con Lama, con Oliveros, con Pedro Martín,
con José Francisco, con Armenteros …
Y, con un Pepe Domingo Castaño que, estoy seguro que pronto nos volverá a abrir las puertas de la jornada con ese mítico ¡Hola, hola!.
Que pronto volverá para darle color a la pasión.
Que pronto volverá para convencernos de que lo mejor aún está por llegar.
Y, con un Pepe Domingo Castaño que, estoy seguro que pronto nos volverá a abrir las puertas de la jornada con ese mítico ¡Hola, hola!.
Que pronto volverá para darle color a la pasión.
Que pronto volverá para convencernos de que lo mejor aún está por llegar.
Nunca he sido oyente de radio. Quiero decir, que no le dedico gran tiempo. No se puede estar en todo, pero imposible no recordar esas tardes de domingo y ese grito unánime del "¡Soberano, Soberano, y a por todas! Pipipipipipi, hay gol en Sevilla. Corría el minuto 24 de la segunda parte en el Benito Villamarín cuando..."
ResponderEliminarSin duda, un gran conductor de radio y una voz que nunca se irá de la memoria como las de Juanjo Cardenal o Primitivo Rojas en televisión.
"...lo bueno del fútbol es que siempre habrá otro partido, siempre habrá una revancha para la derrota, y siempre habrá un volver a imaginar la victoria." Esa es la esencia del deporte y, sobre todo, del fútbol. Buena entrada y gran fragmento.
Totalmente confirmado Deif!!!! O bueno,totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarNingún post puede describir mejor que éste como se debe "ver" el fútbol... Con la radio puesta!!! asi lo recuerdo yo desde que con 7-8 años "bajabamos" de casa abuela oyendo al gran Juan Manuel Gonzalo y su Radio Gaceta de los deportes con esa inconfundible sintonía... Tarata ta tata, tarata, ta tata.....
Luego, ya en el instituto descubrí el Larguero y Carrusel y a partir de ahí fui fiel a la cadena del Imperio del Monopolio hasta que, como bien describes, fuimos débiles y dudamos en la Supercopa de Europa de 2010 (que como dice el ex-traductor de Robson, no es más que un chupito) pero la "vimos" por la radio a ver que pasaba. Y si, yo también tardé poco en darle a la ruedita del Dial... Y ahora oigo la cadena de los obispos, solo el deporte.
Yo a Gozalo lo descubrí tarde, ya en Radio Marca, pero seguía con las mismas ganas y con el parapapa papa. Me iba a currar al sureto con él de copiloto, y senti su falta.
ResponderEliminarLo de Soberano y a por todas también me lo gocé un montón de veces, en el coche empetado, de vuelta de la Bajita.
Pepe, no te vayas nunca!
Muy curiosa tu visión del fútbol detrás de un micrófono. Tienes un blog muy curioso y entretenido. TE HAS GANADO A UN SEGUIDOR. saludos.
ResponderEliminarEl auténtico hombre invisible es el mítico Juanjo Cardenal, Primitivo Rojas sólo es un buen aprendiz del maestro,
ResponderEliminarJoaquín Prat es el mejor animador de concursos y carruseles que ha existido en España, compararlo a él con el postizo José Domingo Castaño, es como un hombre hecho y derecho jugando con un crío de 5 años al fútbol en el patio del colegio.
ResponderEliminarYo, por edad, no coincidí con la etapa de Joaquín Prat y seguro que era un fenómeno y me parece bien que a usted le parezca mejor. Lo que no me parece de recibo es ningunear a Pepe Domingo que es un periodista ÚNICO que despierta la simpatía de casi toda España. Observe el minuto 7: 27 del video y mire como Pepe Domingo cierra los ojos y tiembla de la emoción de volver a empezar con su labor. Ahí se pasión y entrega al micrófono, y eso ni es postizo ni es propio de de un crío de cinco años.
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