A dos derrotas de ser eliminados
en primera ronda.
Un panorama muy distinto al
esperado por la franquicia de los Cleveland Cavaliers al comienzo de la
presente temporada.
Pese a la salida de Kirie Irving, que se aburrió de ser sólo vasallo de King James, las llegadas del pointguard All Star Isaiah Thomas, del viejo camarada de los Heat, D-Wade, más la penúltima oportunidad al que fue MVP, Derrick Rose, situaba a los Cavs, de nuevo, como favoritos para liderar la Conferencia Este y reencontrarse con los Warriors en la lucha por el anillo.
Pese a la salida de Kirie Irving, que se aburrió de ser sólo vasallo de King James, las llegadas del pointguard All Star Isaiah Thomas, del viejo camarada de los Heat, D-Wade, más la penúltima oportunidad al que fue MVP, Derrick Rose, situaba a los Cavs, de nuevo, como favoritos para liderar la Conferencia Este y reencontrarse con los Warriors en la lucha por el anillo.
Sin embargo, la química no fue la
esperada y tras sumar más derrotas de lo acostumbrado, se decide deshacer lo
hecho, y apostar por la movilidad
del ala pívot Larry Nance Jr. y la velocidad de Jordan Clarkson , más el
núcleo duro de los Cavaliers campeones del 2016. Aún así, la definitiva
involución de Kevin Love que ha pasado de acumular dobles-dobles en Minnesota a
ser un mero cuatro abierto más la caída en desgracia de Tristan Thompson, han
dejado a Lebron James más solo que nunca en su objetivo de ganar un nuevo
campeonato.
Ante esto, no han tardado en aparecer los rumores que anticipan una nueva salida de James y son varios los posibles destinos:
¿Formar parte del renacimiento de Los Angeles Lakers o ser la guinda del pastel de los Sixers? ¿Liderar un nuevo Big Three con Harden y Chris Paul en Houston o intentar romper la maldición de los Clippers?
Compleja decisión para el que juega no sólo con sus rivales actuales sino contra los mitos del baloncesto norteamericano.
Pero… ¿merece la pena abandonar a Cleveland por segunda vez por arañar otro trofeo Larry O´Brien? ¿Hay más grandeza en los títulos o en el amor por unos colores? ¿En la actual NBA, es posible el retirarse en el equipo de tu vida o se debe repetir lo hecho por los O´Neal, Ewing, y Olajuwon que jugaron sus últimos partidos, lejos de las ciudades en las que habían hecho historia?
Estas preguntas está obligado a responder el que quiere ser considerado the greatest of all time y que, a sus 33 años, ya debe decidir cuál quiere que sea el broche a su carrera.
Si quiere alguna pista, podría repasar lo que hacía Michael Jordan a su edad que fue volver a sus Chicago Bulls para un nuevo reinado de tres anillos consecutivos. O preguntarle a Tim Duncan qué significa ser de los Spurs, tanto en el éxito como en el fracaso.
Y también podría reflexionar que tiene más valor: jugar las Finales o dejar un legado de compromiso con el Estado que te vio nacer.
Ante esto, no han tardado en aparecer los rumores que anticipan una nueva salida de James y son varios los posibles destinos:
¿Formar parte del renacimiento de Los Angeles Lakers o ser la guinda del pastel de los Sixers? ¿Liderar un nuevo Big Three con Harden y Chris Paul en Houston o intentar romper la maldición de los Clippers?
Compleja decisión para el que juega no sólo con sus rivales actuales sino contra los mitos del baloncesto norteamericano.
Pero… ¿merece la pena abandonar a Cleveland por segunda vez por arañar otro trofeo Larry O´Brien? ¿Hay más grandeza en los títulos o en el amor por unos colores? ¿En la actual NBA, es posible el retirarse en el equipo de tu vida o se debe repetir lo hecho por los O´Neal, Ewing, y Olajuwon que jugaron sus últimos partidos, lejos de las ciudades en las que habían hecho historia?
Estas preguntas está obligado a responder el que quiere ser considerado the greatest of all time y que, a sus 33 años, ya debe decidir cuál quiere que sea el broche a su carrera.
Si quiere alguna pista, podría repasar lo que hacía Michael Jordan a su edad que fue volver a sus Chicago Bulls para un nuevo reinado de tres anillos consecutivos. O preguntarle a Tim Duncan qué significa ser de los Spurs, tanto en el éxito como en el fracaso.
Y también podría reflexionar que tiene más valor: jugar las Finales o dejar un legado de compromiso con el Estado que te vio nacer.
Ha manifestado varias veces que pese a su edad quiere seguir siendo competitivo y seguir luchando por estar en las finales,falta saber si los CAVS están por la labor de contentarlo si no me temo que asistiremos a un nuevo verano de mudanza.A los buenos ejemplos de fidelidad,jugador-franquicia,que expones también cabria reseñar a Kobe Bryant que estuvo tres años sin pisar las finales después de ganar tres anillos,volver a ellas durante otros tres años seguidos,para ya no volver a pisarlas hasta su retirada,y siempre se mantuvo fiel a la franquicia angelina.
ResponderEliminar