martes, 9 de octubre de 2012

007. EL CAPITÁN BRITANIA.


 " James, por Inglaterra."


    Machista, frívolo, trasnochado, hortera, y sin embargo, ahí lo tienen, con un Martini con vodka botellín de Heineken en la mano y su aura intacta, aguardando la nueva aventura del agente menos secreto del MI6.

Cambios geopolíticos, el never again de Connery, el fin de la Guerra Fría, un Roger Moore sexagenario que pisó demasiado la parodia, la quiebra de la Metro-Goldwyn-Mayer, la liberación de la mujer, o las plomizas conspiraciones de Le Carré o Forsyth, no han podido con un James Bond que ha conseguido la proeza de eludir el gunbarrel del olvido durante 50 años.

Y es que algún misterio ocultan las trompetas del “Bond Theme” de John Barry para erizar el vello de cualquier generación, y colaborar a que los oscarizados Sam Mendes y Javier Bardem busquen en “Skyfall” (2012), acercarse al nivel de la ya clásica “Casino Royale” (2006).

Esplendido reboot de la saga tras unos últimos trabajos con Pierce Brosnan demasiado artificiales, que resuelve el eterno dilema entre la épica pseudofantástica de gadgets imposibles y bases secretas en volcanes, y el realismo más terrenal de las obras literarias, optando por humanizar al héroe.

Ejemplo de ello fue la elección de Daniel Craig como protagonista, asumiendo que tras el Bond viril, el Bond fugaz, el Bond gentleman, el Bond shakesperiano y el Bond relamido, era el turno para el Bond desequilibrado.
  
Da igual que no sea el Cary Grant que soñó Fleming, o que incluso encaje mejor como  villano. En el Haber de Craig están la presencia física de un tigre enjaulado y el lograr rellenar de carne y hueso el smoking de 007, algo sólo atisbado en “Al Servicio Secreto de Su Majestad” (1969) o en “Muere Otro Día” (2002).

En esta reimaginación del universo Bond, se demuestra no sólo que Ethan Hunt, Bryan Mills, o Jason Bourne son incapaces de aguantarle medio asalto al padre de todos ellos, sino que también el personaje se dimensiona al bajar al barro del sufrimiento emocional.

Anyway, además de drama, Mendes promete recuperar sensaciones tras la irregular “Quantum of Solace” (2008), así como guiños a los fans de la saga con el regreso de Q (¿Mrs. Moneypenny, tal vez?), gotas de humor, y la coronación definitiva de James Bond como Macho Alfa de los action heroes.

Como aperitivo del estreno mundial del 23º film oficial de la franquicia, se ha lanzado su canción principal, interpretada por Adele (¿quién si no?), que es para escucharla de rodillas.


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